Los duendes del veneno

No siempre la fe nos besa la mejilla,
no siempre la rima nos espera ahi, sola, junto a la orilla.
A veces la antipatica jaqueca de la soledad nos invita a su sillon,
a veces la vieja y arrugada mala leche nos espia desde el balcon,

No siempre el corazòn anda de caravana,
no siempre la suerte nos convida de su manzana.
A veces el verso se escurre bajo la tinta,
a veces el amor es como un cassette que le afanaron la cinta.

No siempre vienen las risas a compartir la cama,
no siempre el otoño se lleva las hojas y deja la rama.
A veces la calle nos saca de terapia intensiva,
a veces el olor de la derrota te moja con su saliva.

No siempre los adultos son mas capos que los nenes,
no siempre la morocha que prometio venir viene.
A veces la cornisa de la locura te escribe una carta,
a veces los duendes del veneno te quieren mostrar la falda.

No siempre los ojos bien abiertos miran mejor,
no siempre la luna y el sol escriben de amor.
A veces el reloj del fracaso nos marca la hora,
a veces tus besos de reina me dejan sin soga.